Por Victoria González
Descloux22/9/20
Las mamás vemos a nuestros retoños como los más guapos, lindos, tiernos e inteligentes. ¡Y lo son! Pero también es cierto que en algún momento caemos en la trampa de compararlos con los compañeritos del colegio, los primos o los pequeños de nuestras amigas. Inevitablemente, nos preguntamos si a su edad ya deberían hablar, saber leer o escribir su nombre. Tal vez no lo expresamos, pero todas nos hemos cuestionado, en mayor o menor medida, qué tan inteligente es nuestro hijo.
Un niño es inteligente porque ¿sabe sumar? ¿obtiene buenas calificaciones? ¿resuelve los problemas que se le presentan? Howard Gardner y su equipo de la Universidad de Harvard han intentado responder estas preguntas con la Teoría de las inteligencias. Aseguran que la inteligencia académica (buenas calificaciones) no es el único factor para conocer la inteligencia de alguien. Todos tenemos formas distintas de aprender, por lo que es imperativo conocer las diferentes inteligencias para explotar al máximo la enseñanza. Por supuesto, esperamos que las maestras sepan hacerlo, pero como mamás, identificar el tipo de inteligencia de nuestros hijos puede ser de gran ayuda para vincular con ellos y desarrollar al máximo su personalidad.
La Teoría de las inteligencias supone 8 tipos distintos:
- Inteligencia lingüística. Como su nombre lo indica, este tipo de inteligencia define a las personas que se sienten cómodas hablando, narrando una historia, contando chistes, aprendiendo idiomas, escribiendo; en general tienen un buen dominio de las palabras y son excelentes comunicadores.
- Inteligencia lógico-matemática. Estas personas tienen una excelente capacidad para resolver problemas y suelen ser menos comunicativas que otras. Normalmente, encuentran la solución antes de verbalizarla y pueden parecer distantes e incluso tímidas. Los niños con este tipo de inteligencia disfrutan los rompecabezas, los ejercicios y juegos de lógica, estrategia y memoria. Por supuesto, tienen facilidad para las operaciones numéricas, la programación y la tecnología.
- Inteligencia visual-espacial. Ellos tienen gran capacidad para observar el mundo y sus objetos desde diferentes perspectivas. Aprecian la belleza, el arte, la fotografía y el cine. Estos niños disfrutan dibujar, construir modelos en 3D, ver ilusiones ópticas, resolver laberintos, construir, etcétera.
- Inteligencia musical. La música es universal, y ¡también esta inteligencia! Todas las culturas del mundo crean música, por lo que los expertos aseguran que todos tenemos un grado de inteligencia musical, más o menos avanzada. Ciertas personas tienen la zona “musical” del cerebro más desarrollada, particularmente la relacionada con la composición. Estos niños cantan, “tararean” todo el tiempo, identifican y tocan instrumentos.
- Inteligencia cinestésico-corporal. La cinestesia es la rama de la ciencia que estudia el movimiento humando, por lo que este tipo de inteligencia es la que se atribuye a bailarines, gimnastas, etcétera. Sin embargo, las personas cinestésicas son excelentes para usar herramientas, manejar y operar máquinas (por ejemplo, un robot para hacer cirugías muy detalladas), hasta volar aviones.
- Inteligencia intrapersonal. Esta es comúnmente llamada “inteligencia emocional”, aunque pocos sepan a qué se refiere. Las personas con inteligencia intrapersonal tienen una capacidad extraordinaria para entender y controlar la regulación de las emociones. Saber identificar qué sentimos nos permite controlar ciertos eventos con impacto emocional negativo y conseguir un bienestar mayor.
- Inteligencia interpersonal. Estas personas son aquellas que identifican y entienden a los demás. Son empáticas e interpretan ciertas expresiones y gestos de forma distinta. Advierten cuando alguien se siente bien o mal, y son excelentes psicólogos. Trabajan en grupo, detectan las circunstancias y problemas de la gente, y son buenos para enseñar.
- Inteligencia naturalista. Esta inteligencia es necesaria para la supervivencia del ser humano. Las personas con inteligencia naturalista tienen un entendimiento superior para identificar y categorizar los aspectos relacionados con el entorno. Buscan constantemente eficientar los recursos naturales y reducir el impacto negativo del hombre en la naturaleza.
Gardner señala que los ocho tipos de inteligencia están presentes en todos, sin embargo cada uno de nosotros tenemos una(s) inteligencia(s) más desarrollada(s) que demás. Como mamás, debemos identificar a nuestros hijos para poder incentivar las áreas en los que tienen habilidades, y apoyar aquellas menos desarrolladas. Por ejemplo, si un niño tiene inteligencia cinestésico-corporal, entendamos que talvez no serán tan buenos en matemáticas; en lugar de exigirle 10 en esa materia, con regaños y castigos, mejor usemos ese tiempo para desarrollar al máximo sus habilidades y conformarse con un 7 en el final de mate.
